sábado, 23 de octubre de 2010

Entrevista a Tonolec: por Romina Aquinati


¿Porque se decidieron a incorporar la música toba?


Charo: En 2001 éramos Laboratorio Wav y hacíamos música pop electrónica, ganamos un concurso de MTV, fuimos a España... Al estar fuera de cuadro la mirada se te vuelve diferente y podés ver mucho mejor el panorama, dónde estás situado vos en ese mapa. ¿Qué queremos mostrar? ¿Hacia dónde podemos crecer para mostrar algo nuestro? Algo que nos diferencie y que esencialmente diga quiénes somos. ¿Y qué es lo más antiguo que tenemos a nivel musical para volver a las raíces, para buscar ahí una fuente de inspiración? La música indígena.
Y nos pareció increíble porque lo indígena tiene una parte mágica, misteriosa, e introducir ese alma en el mundo de la música electrónica también está fantástico. Porque la música electrónica es catalogada de no tener espíritu. ¿Cómo se le da cuerpo a esa música electrónica? ¿Cómo se la hace más humana? De repente teníamos este elemento que es la música indígena.


Diego: La curiosidad nuestra fue creciendo, empezamos a investigar, a experimentar con cosas que teníamos y fue increscendo hasta ahora. Cada vez que nos juntamos con ellos conocemos cosas nuevas que abren el abanico de riquezas de su cultura y de su música que a nos alucinan.

- ¿Cómo se vive en el Chaco la cultura de los pueblos originarios?


Diego:
Somos los dos criados en el Chaco y teniendo culturas indígenas a 20 cuadras de nuestras casas no habíamos escuchado atentamente la música toba. En general la sociedad conoce pero no es algo que verdaderamente valore, aprecie, dentro de Resistencia y del Chaco.

Charo: Se la vive con indiferencia, la gente está ahí y sabe que hay un barrio toba, pero no está al tanto de cuál es la problemática de ese pueblo, la historia de esa cultura tan rica y tan inspiradora. Es lo mismo que nos pasó a nosotros, la misma indiferencia que teníamos antes. Es ignorancia de tu propia historia, de tu propia cultura, de tu propio suelo. Si no sale a través de una revista cuál es la realidad de la comunidad toba, cuál es el reclamo que están haciendo por las tierras, nadie se entera ni le interesa. Lo mismo pasa con su música, con lo cual decimos nosotros: “Fantástico haber tomado esta línea”, porque también, a través nuestro, mucha gente, muchos jóvenes y muchas personas de edad – que a lo mejor no iban por ese
camino más formal a conocer lo que era la música toba – terminan en lo que es la fuente: Coro Toba Chelaalapi, con sus canciones antiguas, con lo que tienen para decir respecto de su relación con la naturaleza y de sus valores humanos.


-Tonolec puede servir como puente entonces entre la sociedad no indígena y los pueblos originarios, limar asperezas, indiferencias.

Charo: Es lo que tratamos de hacer y es lo que ellos nos hicieron dar cuenta cuando hablaban de qué representábamos nosotros. En principio hay una similitud ya de nombre que jamás nos dimos cuenta al elegirlo, somos dos aves, ellos son chelaalapi - que es la ‘bandada de zorzales’ - y nosotros somos tonolec. El tonolec es el ave que atrae a la gente y el zorzal da las buenas noticias, ahí establecieron un lazo.

- ¿Qué dimensión tomó en ustedes la música toba?

Charo: Al trabajar con su música y darnos cuenta de que es religiosa decimos: “La tenemos que tomar con respeto”. Al saber que es religiosa te empezas a interesar: “¿Qué dicen las canciones?”. No hay letras porque fueron un pueblo ágrafo hasta hace pocos años y, a pesar de que ahora tienen escritura, sus canciones no están escritas. Entonces, nos acercamos al coro y una cosa fue llevando a la otra, fue como un camino inducido por un hilo totalmente transparente, ni nos imaginábamos hacia dónde estábamos yendo, evidentemente estábamos yendo tierra adentro.

Diego: Nosotros no queríamos revalorizar una cultura por oprimida, ir a decir: “Pobres, les sacan las tierras”. Nos parecía que eran músicos increíbles y una cultura de la cual se podía aprender un montón de cosas, que estaría bueno mostrar y también nosotros empaparnos de algo de eso. No fue por una cuestión de decir: “Uy, pobres los tobas, vamos a tratar de que su música se conozca”.

Charo: Queremos transmitir una cultura, pero sin levantar esa bandera del oprimido, de la pobreza. “Miren que estos son valores que estamos necesitando, una cultura de la cual podemos aprender”, porque nosotros somos una sociedad bastante enferma.

- ¿Se puede reproducir la cultura toba sin hablar de la situación material del Pueblo Toba?

Diego: Nosotros tenemos un vínculo afectivo y de valoración que hace que todo lo que podamos hacer por ellos lo hagamos, pero la diferencia es la actitud que tratamos de tener de entrada, no de levantar esa bandera del oprimido, porque muchas veces lo que pasa es que por hacer hincapié en eso se desvaloriza lo que es la cultura.

- ¿Encontraron elementos comunes entre lo que hacen ustedes y lo que hace la gente del coro?

Diego: Además de encontrar cosas en común lo que hicimos fue aprender como músicos, por ejemplo, con los silencios, con minimizar los elementos, decir más con eso que tenés. Utilizar lo que tenés para decir pero no llenar de información el texto. Inclusive los textos de ellos son cortos, son concisos y mediante la repetición cobran un sentido que es trascendental de alguna manera.
Lo electrónico no es un estilo, en realidad lo electrónico es una herramienta, vos la podes usar de muchas maneras. Como que te diga que un carpintero hace muebles, pero no hace martillos, el martillo es la herramienta. Nosotros a partir de eso empezamos a buscar dentro de lo electrónico cosas que tengan que ver con el sonido que habíamos
conocido en la música toba, que no invada esa sonoridad, que se armonice, que tenga una mezcla y que todo pueda estar dentro de un mismo paisaje. Porque también al ser chaqueño te empezas a encontrar con que hay mucha relación entre el sonido de la música toba y el paisaje chaqueño.


 -¿Cúal es el concepto de Plegaria de un árbol negro?


Charo: El nombre de este segundo disco fue elegido así como se pone un título a un cuento de niños o de adultos.
Plegaria del Árbol, es como un cuento de los seres originarios. A medida que vas escuchando las canciones de este disco, podés sentir la profundidad y fiereza del monte chaqueño, podés sentir las voces de niños tobas cantando y jugando, y también la aparición de un chaman toba, entonando un mantra con voz profunda y ritual. Todos estos personajes van apareciendo gradualmente en Plegaria del Árbol Negro, título que lleva el último track y que refiere puntualmente a otra leyenda toba, de competencia chamánica, que cuenta que en cada año nuevo de los pueblos originarios, con el cambio de estación, los chamanes son visitados por sus seres auxiliares: una especie de espíritus guías, en sus sueños; son llevados entonces a un lugar donde hay un laguna negra, pantanosa, donde habitan seres peligrosos del agua, seres fantásticos, en cuyo centro se erige un árbol negro: el Ada Nawe E´paq. El desafío de los chamanes es trepar ese tronco hasta lo más alto que puedan, ayudados por sus espíritus auxiliares y el que más alto trepe será quien posea más dones de curación. Cuando escuchamos esta leyenda de un amigo nuestro, el antropólogo Pablo Wraight (pueden leer su libro Ser -en-el-sueño, crónicas de historia y vida toba), quedamos encantados. Yo le puse letra y lo hice canto. Diego le puso música y paisaje.



Charo: En Estados Unidos fue un éxito total cada recital que dimos, colmado de gente, con aplausos sostenidos y mucho cariño de la gente. En Italia nos paso lo mismo. Hay mucha apertura hacia este tipo de música y un reconocimiento a la labor casi antropológica que hemos hecho con Diego en todos estos años, con el afán de aprender de nuestras raíces y de hacer fluir esa sangre nativa que todos llevamos dentro.

-  ¿Cómo surgen las composiciones?


Charo: Las composiciones surgen de varias maneras, no hay unasola fórmula. Lo primero es la química musical que debe haber entre las partes, que a su vez deben complementarse. Esto ocurre con nosotros. 


Diego: Nos nutre lo que el otro hace y el resultado, lo que se escucha finalmente en el disco es esa combinación, donde se desdibujan los límites y cada mitad es parte del todo musical.
Los dos somos productores, los dos nos sentamos a armar el rompecabezas y dar forma final a las canciones. Es un proceso muy lindo, muy difícil de contar, y que nos llena de orgullo y satisfacción cada vez que damos por concluido un tema.


-¿Son composiciones de ustedes?

Charo: En el primer disco son temas 50 por ciento composiciones nuestras y el resto son cantos que fuimos conociendo ancestrales, algunos precolombinos de las comunidades tobas que nosotros decidimos versionar, que terminan siendo muy diferentes al original porque tampoco pretendemos hacer nada turista sino incorporarlo a lo nuestro. Pero tenía ese 50 y 50. En este disco tenemos muchos más temas neutras, excepto el del Chamán y Cosechero de Ramón Ayala.


-Formaron parte de la banda de sonido de “Paco” la película de Rafecas. ¿Cómo fue el contacto con eso?


Charo: Rafekas nos convocó hace un par de años, enterado de nuestro trabajo con la música Toba interesado en que fuéramos parte de su banda de sonido. El estaba haciendo en aquel entonces un guión sobre una película cuya temática era la cuestión de las tierras y el pueblo qom, por que Tonolec le venía como anillo al dedo. Se hizo así gran amigo y admirador nuestro, lo cual es mutuo. Aquella peli se pospuso y vino Paco, donde me ofreció un papel para actuar, donde aparezco cantando en lengua toba, haciendo de una ordenanza del senado de la Nación, personaje que es disparador de lo que ocurre en esta película, ya estrenada con éxito. La banda de sonido y el leiv motive de PACO, es de Tonolec.
“Monte… Tierra Cautiva” fue una composición pensada para cine, pensada para él. Luego se terminaron incluyendo también, “Dormidera”, un tema muy ambiental y onírico en 5/4, un tempo bastante particular, y la “Canción de Cuna” del primer disco de Tonolec.
La canción “Techo de Paja” también está en la película Gallero, estrenada el año pasado, en cine independiente, de una belleza estética impresionante, que relata el amor entre una mujer mayor y un joven, en un pueblito del norte argentino. Mucha poesía en esas imágenes y sobre todo una estética despojada, lo que es muy acorde a Tonolec.
Luego en un documental francés sobre el Agua, esta también la música de Tonolec. Generalmente dentro del cine y del mundo de la danza nuestra obra es conocida, gusta mucho la estética de Tonolec y para nosotros ser admirados en lo musical por gente que esta en otras disciplinas artísticas es un orgullo.



Audio del tema "Techo de paja" del disco Plegaria del árbol negro

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